La existencia de Cuba, y en general de América, era prácticamente desconocida por los europeos. Muchas leyendas se contaban sobre incursiones de los normandos a tierras situadas al Occidente de Europa. Pero en realidad, nada se sabía a ciencia cierta sobre el nuevo continente.
Cuenta la historia que el célebre navegante Cristóbal Colón (https://www.ecured.cu/Cristóbal_Colón) descubrió nuestra isla, de manera fortuita, el 27 de octubre de 1492, por la costa norte de la provincia de Camagüey y desembarcó al día siguiente en un río que llamó “Río de los Mares”, por el área de Nuevitas (aunque existe cierta polémica al respecto), cuando viajaba hacia el oeste, para crear una ruta comercial desde Europa hasta Asia.
No se conoce mucho sobre el origen del misterioso y polémico Colón; se piensa que nació en Génova alrededor de 1451. De joven fue artesano y comerciante por lo que sus primeros viajes eran con fines mercantiles. Luego estudió geografía de manera autodidacta, lo que le permitió llegar a la hipótesis de que la Tierra era esférica, aunque creía que era de menor tamaño, y pensó que podría llegar a la costa oriental de Asia si viajaba hacia el oeste.
Entonces concibió el proyecto de abrir una ruta naval desde Europa hasta la India, por el oeste. Le mostró su plan al rey Juan II de Portugal, quien lo rechazó. Luego probó en España con el duque de Medina Sidonia y con los Reyes Católicos y tampoco resultó.
Finalmente, la reina Isabel firmó las Capitulaciones de Santa Fe, aprobó el proyecto y le financió la flotilla formada por dos carabelas, la Pinta y la Niña, capitaneadas por los hermanos Martín Alonso y Vicente Yáñez Pinzón, y una nao, la Santa María, en la que iba Cristóbal Colón, con las que partieron del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492.
El 12 de octubre, después de viajar más de dos agobiantes meses, el marinero Juan Rodríguez Bermejo, conocido como Rodrigo de Triana, divisó tierra. Se dice que era la isla de Guanahaní, una de las Bahamas, actual isla de Watling, a la que Colón denominó San Salvador.
Al llegar a la isla de Cuba, la nombró Juana, en honor al príncipe Juan, primogénito de los Reyes Católicos. Desde esa fecha y hasta el 5 de diciembre recorrió el extremo oriental de la isla. Navegó en bote río arriba, donde dicen que escribió la conocida frase: “Esta es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto”.
Impaciente por encontrar oro, izó velas el 12 de diciembre, y al pasar por la Punta de Maisí, descubrió La Española (República Dominicana y Haití). En la Nochebuena de 1492 naufragó la nao Santa María en la costa norte de La Española. El cargamento se salvó gracias a la ayuda de los indígenas, y con los restos de la nao construyeron un fuerte, llamado de La Navidad, primer establecimiento español en América, donde quedaron unos pocos españoles.
El 4 de enero, el Almirante ordenó el regreso, convencido de que había llegado a costas asiáticas. Junto al resto de los españoles se embarcaron algunos indígenas, papagayos, pavos, productos de la tierra y objetos exóticos. En los primeros días de navegación, Colón escribió su famosa carta, destinada a difundir la noticia de su descubrimiento.
Tiempo después realizó tres viajes más, en uno reconoce a las Antillas Menores, Puerto Rico y Jamaica, y en otro descubre la isla Trinidad, la desembocadura del Orinoco y la Punta de Paria en Venezuela. En este último viaje retorna a La Española, donde luego enviaron a Francisco de Bobadilla, quien lo apresó debido al gran desorden reinante en ese lugar.
Lo llevaron encadenado de regreso a España donde fue juzgado y luego rehabilitado. Posteriormente le renovaron sus privilegios y emprendió un cuarto viaje en 1502 con la prohibición de acercarse a La Española. En esta ocasión exploró las costas de Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Después de muchos contratiempos regresa enfermo a España el 7 de noviembre de 1504. Más tarde muere la reina Isabel y el rey Fernando recorta sus privilegios. Triste y melancólico, Colón ve próxima su muerte, y dicta testamento a favor de sus hijos, hermanos y de Beatriz Enríquez de Harana, mujer con la que compartió parte de su vida y madre de uno de sus hijos.
Dicen que murió sin reconocimientos, en un humilde hogar de Valladolid, España el 20 de mayo de 1506 aquejado de gota y otras enfermedades, pero otra versión cuenta que disfrutó de muy buenas rentas en la última etapa de su vida.
Lo enterraron inicialmente en Sevilla. En 1554 su hijo Diego traslada sus restos a La Española (Santo Domingo), donde era gobernador. También se comenta que en 1796 fueron trasladados a la Catedral de La Habana. La Catedral de Sevilla también afirma tener los restos del gran Almirante.
Murió sin conocer que en su exploración había dado con un continente desconocido hasta entonces, al que nombran América, debido al error de asignar su descubrimiento a Américo Vespuccio. Aunque falló en su proyecto de concebir una ruta comercial hasta Asia y descubrió el llamado “nuevo mundo” de manera fortuita, se considera que propició el encuentro de dos culturas y sin dudas, la historia de la humanidad cambió después del maravilloso hallazgo de Cristóbal Colón.
Pero el descubrimiento no fue por bariay? O es que vamos a seguir cambiando la historia? El monumento a ese hecho esta en holguin
Hay que mantener viva la historia de los pueblos, para conocer sus orígenes y así explicarnos sus realidades actuales y los cambios dinámicos, respetando los monumentos, iconos, museos aunque no estés de acuerdo con los acontecimientos
Considero que es una falta de respeto dar ese trato a Cristobal Colo’n porque tuvo el valor de hombre y de ciudadano español de gran alcance, al someterse a dar un viaje a un lugar totalmente desconocido para los europeos de entonces, y hacer el gran descubrimiento de las Ame’ricas , territorio grande y hermoso totalmente desconocido por los europeos de entonces.Donde existen hombres tan inteligentes como los conocidos la Europa de entonces y en la sctual.
Sugiero documentarse mejor. Primero, no fue descubrimiento, ya habíamos sido descubiertos hace más de 9 mil años entonces por aborígenes procedentes de la parte norte del continente y luego por los que llegaron por el arco de las Antillas. Segundo, la. mayor cantidad de evidencias, y la hipótesis más reconocida, apuntan que desembarco por la actual Bahía de Bariay. Tercero,. como se indica en el Diario, al lugar de desembarco le llamo San Salvador, no Rio de Mares, nombre qué dio al día siguiente a la actual Bahía de Gibara.